miércoles, 27 de febrero de 2013

Descanso...

¡Hola de nuevo familia! 

Bueno, ya ha pasado casi un mes desde que hicimos el examen y he estado desaparecida desde entonces. Tengo que decir que desde que hice el examen me he dedicado básicamente a descansar, a hacer todo aquello que quería hacer antes del examen pero que por mis jornadas intensivas de estudio no podía hacer.

Creo que a todo aquél que se haya presentado o haya frecuentado nuestro querido Foropir ya tendrá una impresión de cómo fue el examen.

Mi resumen es el siguiente:

- Unas 100-150 preguntas asequibles y que podrías encontrar en el temario de las academias.

- Unas 50 preguntas que fueron un auténtico infierno y que aparecían (o eso dicen) en manuales relacionados con la bibliografía.

- Y unas 25 preguntas que fueron peor que un infierno, porque nadie sabía de dónde habían salido.

Es muy triste que pasemos jornadas de 7,8 y hasta 10 horas estudiando diariamente para después llegar a un examen que es de todo excepto objetivo. Desde luego no es que nos sorprenda, es decir, no es algo nuevo, lo que pasa es que cuando estamos con el esfuerzo y la ilusión nos creamos la fantasía de que será un examen justo y que nuestra recompensa dependerá de nuestro esfuerzo. Después del examen nos damos cuenta de que la realidad no es así. La realidad es que hay un número de preguntas que más o menos todo el mundo puede acertar, y de ahí hasta las 225 la gente contesta porque sabe que todo el mundo lo hace, todo el mundo se arriesga, sin saberlo ni haberlo estudiado, ¿y por qué lo contestamos? Porque sabemos que si no las contestamos no tenemos ninguna opción, sin embargo, también sabemos que si tenemos alguna opción... será por suerte. Las plazas se reparten entre las personas que aciertan las preguntas que no sabemos de donde salen.

El Ministerio tampoco ayuda mucho a la imagen de objetividad, puesto que sacan directamente la plantilla provisional con siete preguntas anuladas, y después sacan las definitivas y anulan cuatro de esas siete, y dan por válidas otras, vamos, un auténtico desastre.

Después de la sensación de tomadura de pelo por parte de esta oposición, no he querido tomar decisiones precipitadas. Llevo dos convocatorias y empiezo a desperdiciar el tiempo. Quizás este año deba meterme de lleno con los manuales, porque el temario de academia lo tengo machacado. Aunque este año la cosa se complica, porque está previsto que en Mayo salga el DSM-V, que cambiará muchas cosas, y también hará que los autores más relevantes tengan que sacar nuevas ediciones de sus manuales que se adapten a los cambios del DSM-V.

El panorama no es alentador, pero como las circunstancias y oportunidades en este país tampoco lo son, creo que lo seguiré intentando.

Os mantendré informados, un saludo.

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